Day: octubre 4, 2010

# 102 José Dice a sus Hermanos Quién es

“José ya no pudo controlarse delante de sus servidores, así que ordenó: «¡Que salgan todos de mi presencia!» Y ninguno de ellos quedó con él. Cuando se dio a conocer a sus hermanos,2 comenzó a llorar tan fuerte que los egipcios se enteraron, y la noticia llegó hasta la casa del faraón. 3 Yo soy José les declaró a sus hermanos. ¿Vive todavía mi padre? Pero ellos estaban tan pasmados que no atinaban a contestarle. 4 No obstante, José insistió: ¡Acérquense! Cuando ellos se acercaron, él añadió: Yo soy José, el hermano de ustedes, a quien vendieron a Egipto. 5 Pero ahora, por favor no se aflijan más ni se reprochen el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me mandó delante de ustedes para salvar vidas. 6 Desde hace dos años la región está sufriendo de hambre, y todavía faltan cinco años más en que no habrá siembras ni cosechas. 7 Por eso Dios me envió delante de ustedes: para salvarles la vida de manera extraordinaria [1] y de ese modo asegurarles descendencia sobre la tierra. 8 Fue Dios quien me envió aquí, y no ustedes. Él me ha puesto como asesor [2] del faraón y administrador de su casa, y como gobernador de todo Egipto. 9 ¡Vamos, apúrense! Vuelvan a la casa de mi padre y díganle: Así dice tu hijo José: ‘Dios me ha hecho gobernador de todo Egipto. Ven a verme. No te demores. 10 Vivirás en la región de Gosén, cerca de mí, con tus hijos y tus nietos, y con tus ovejas, y vacas y todas tus posesiones. 11 Yo les proveeré alimento allí, porque aún quedan cinco años más de hambre. De lo contrario, tú y tu familia, y todo lo que te pertenece, caerán en la miseria. 12 Además, ustedes y mi hermano Benjamín son testigos de que yo mismo lo he dicho. 13 Cuéntenle a mi padre del prestigio que tengo en Egipto, y de todo lo que han visto. ¡Pero apúrense y tráiganlo ya! 14 Y abrazó José a su hermano Benjamín, y comenzó a llorar. Benjamín, a su vez, también lloró abrazado a su hermano José. 15 Luego José, bañado en lágrimas, besó a todos sus hermanos. Sólo entonces se animaron ellos a hablarle.” Gen 45:1-15

Me habría gustado ver la alegría pero en especial el asombro de los hermanos de José cuando este les dijo que era su hermano a quién ellos había vendido, al final su corazón perdonó y no soporto más hacer sufrir a sus hermanos.

# 101 Los Hermanos de José Ruegan por Benjamín

Todavía estaba José en su casa cuando llegaron Judá y sus hermanos. Entonces se postraron rostro en tierra, 15 y José les dijo: ¿Qué manera de portarse es ésta? ¿Acaso no saben que un hombre como yo puede adivinar? 16 ¡No sabemos qué decirle, mi señor! contestó Judá. ¡No hay excusa que valga! ¿Cómo podemos demostrar nuestra inocencia? Dios ha puesto al descubierto la maldad de sus siervos. Aquí nos tiene usted: somos sus esclavos, nosotros y el que tenía la copa. 17 ¡Jamás podría yo actuar de ese modo! respondió José. Sólo será mi esclavo el que tenía la copa en su poder. En cuanto a ustedes, regresen tranquilos a la casa de su padre. 18 Entonces Judá se acercó a José para decirle: Mi señor, no se enoje usted conmigo, pero le ruego que me permita hablarle en privado. Para mí, usted es tan importante como el faraón. 19 Cuando mi señor nos preguntó si todavía teníamos un padre o algún otro hermano, 20 nosotros le contestamos que teníamos un padre anciano, y un hermano que le nació a nuestro padre en su vejez. Nuestro padre quiere muchísimo a este último porque es el único que le queda de la misma madre, ya que el otro murió. 21 Entonces usted nos obligó a traer a este hermano menor para conocerlo. 22 Nosotros le dijimos que el joven no podía dejar a su padre porque, si lo hacía, seguramente su padre moriría. 23 Pero usted insistió y nos advirtió que, si no traíamos a nuestro hermano menor, nunca más seríamos recibidos en su presencia. 24 Entonces regresamos a dónde vive mi padre, su siervo, y le informamos de todo lo que usted nos había dicho. 25 Tiempo después nuestro padre nos dijo: Vuelvan otra vez a comprar un poco de alimento. 26 Nosotros le contestamos: No podemos ir si nuestro hermano menor no va con nosotros. No podremos presentarnos ante hombre tan importante, a menos que nuestro hermano menor nos acompañe. 27 Mi padre, su siervo, respondió: Ustedes saben que mi esposa me dio dos hijos. 28 Uno desapareció de mi lado, y no he vuelto a verlo. Con toda seguridad fue despedazado por las fieras. 29 Si también se llevan a éste, y le pasa alguna desgracia, ¡ustedes tendrán la culpa de que este pobre viejo se muera de tristeza! 30 «Así que, si yo regreso a mi padre, su siervo, y el joven, cuya *vida está tan unida a la de mi padre, no regresa con nosotros, 31 seguramente mi padre, al no verlo, morirá, y nosotros seremos los culpables de que nuestro padre se muera de tristeza. 32 Este siervo suyo quedó ante mi padre como responsable del joven. Le dije: Si no te lo devuelvo, padre mío, seré culpable ante ti toda mi vida. 33 Por eso, permita usted que yo me quede como esclavo suyo en lugar de mi hermano menor, y que él regrese con sus hermanos. 34 ¿Cómo podré volver junto a mi padre si mi hermano menor no está conmigo? ¡No soy capaz de ver la desgracia que le sobrevendrá a mi padre!” Génesis 44:14-34

El sufrimiento que llegaron a conocer los hermanos de José al ver que podrían perder otro hermano menor, los hizo recapacitar a tal punto de dar su vida por él.